jueves, 18 de noviembre de 2010

Ella despidió a su amor, el partió en un barco en el muelle de San Blas. El juro que volvería, y empapada en llanto, ella juro que esperaría... Miles de lunas pasaron y siempre ella estaba en el muelle esperando. Muchas tardes se anidaron, se anidaron en su pelo y en sus labios. Llevaba el mismo vestido y por si el volviera no se fuera a equivocar, los cangrejos le mordían, su ropaje, su tristeza y su ilusión. Y el tiempo se escurrió, y sus ojos se le llenaron de amaneceres, y del mar se enamoro, y su cuerpo se raizo en el muelle. Sola, sola en el olvido. Sola, sola con su espiritu. Sola, con su amor el mar. Sola en el muelle de San Blas.
Su cabello se blanqueo, pero ningun barco a su amor le devolvía. Y en el pueblo le decían, le decían ''la loca del muelle de San Blas'' Y una tarde de Abril la intentaron trasladar al manicomio, nadie la pudo arrancar, y del mar nunca jamaz la separaron. Sola, sola en el olvido. Sola, sola con su espiritu. Sola, con su amor el mar. Sola en el muelle de San Blas. Sola, sola en el olvido. Sola, sola con su espiritu. Sola, con el sol y el mar. Sola, sola en el olvido. Sola, sola con su espiritu. Sola, con su amor el mar. Sola en el muelle de San Blas.

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